Mercados Ibéricos
- AAmstg
- 21 oct 2024
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 13 nov 2024
LOS hay que se empecinan en que no es así, pero fué el americano Mark Twain, y no el inglés Benjamín Disraeli, quien estableció las tres subespecies del género ‘mendacium’: mentiras, mentiras gordas y estadísticas. Aclarado ésto, pues es importantr asignar correctamente las culpas a cada cuál, podemos ahora afirmar que detrás de estas super mentiras de la estadísitica late siempre un cierto poso de verdad que no se puede desconocer. Puede descansar en la seriedad (o no) de sus instituciones, en el carácter de quienes ejercen sus desempeños en cada geografía o en la (im)permeabilidad de sus hábitos a las mejores prácticas en pos del progreso, la industria y el comercio interior y exterior en sus mercados.
En la base de toda métrica hay una actitud hacia lo que se está queriendo medir. Y toda actitud obedece a incentivos y sirve a sesgos. La de Mark Twain sobre las estadísitcas correlacionaba con la resistencia en querer entender y aceptar las conclusiones que se desprenden de los ratios resultantes. Si hubiera sido Benjamín Disraeli quizás lo sería sobre querer entender y aceptar las conclusiones a que llegaban los datos que se le suministrasen, pero la inversa también es aceptable. En general toda métrica tiene algún sentido si se sabe qué hacer a partir de los datos, aunque se trate de experimentos. Y aquí vendría muy a cuento recordar para qué sirve el método de ensayo y error y la falsabilidad de las hipótesis de trabajo.
Estaba revisando los pesos ponderados de las economías que se desarrollan en los territorios de las dos naciones ibéricas (esperando la magnanimidad de Andorra, que tiene otras ventajas y más abajo se aprecian, pero la de tener un tamaño absoluto de mercado destacable) y, en fín, encontré que hay necesidad de abrir el foco (especialmente desde la perspectiva de España) acerca de aquellos otros mercados que se tienen más a mano por vecindad.
Siempre me ha parecido extraño que la información del tiempo que se da desde España no incorpore lo que ocurre en Portugal; no lo digo por desear la subsunción del segundo en el primero en modo alguno. El caso es que en mucha ocasiones el mapa del tiempo que aparece en las televisiones que emiten desde España parece sugerir que n condicionante geográfico como es el territorio portugués no existiera en el mundo de la realidad del meteorológica. Creo que eso, además de resultar chocante y faltar a las certezas de la topografía, te priva de entender muchas de las cosas que la geografía sí que tiene en cuenta. Suele ser un mapa político, que niega una realidad fáctica muy condicionante del contexto real de cosas como el clima. Quien dice geografía, podría decir también de la sociedad, los mercados, la economía y las oportunidades que ofrecen éstas y que se orillan, incomprensiblemente. Siendo la geografía el contexto en donde primeramente hay que entender las economías y las oportunidades y los mercados que aquellas arrastran, una perspectiva regional más ámplia parece obligada.
Mercados Fragmentados en un todo Regional
Resulta que, de entre todos los mercados en que alguien podría operar en estos territorios, el tercer puesto en términos de PIB absoluto no es el de la región de Andalucía, sino la nación de Portugal…. Vale, lo acepto: se podrá decir que Portugal es una Nación de pleno derecho, en tanto que un Madrid, una Cataluña, son regiones económicas dentro de otra Nación de pleno derecho como es España y con la que habría que comparar a Portugal antes que con las anteriores. Pero aquí hay una evidencia: las estadísticas dependen mucho del ámbito del universo que se analiza y de su homogeneidad como campo de trabajo.
España, en su área de interés (subcontinente europeo sur-sudoeste, peninsula ibérica que funciona como una isla: por ejemplo, en la energía) y por sus mercados fragmentados se debe de analizar junto con sus pares de proximidad. Dejando aparte la influencia del transporte de productos y servicios en aproximar mercados que pudieran estar mejor comunicadas que otras con las que se tenga mayor proximidad geográfica (de nuevo, el caso de la peninsula que funciona como una isla en ciertos sectores; Italia podría ser otro caso del que no me voy a ocupar aquí). Así pues, el análisis de estos mercados debe de hacerse con Portugal dentro y no aparte. Un análisis ligeramente más amplio obligaría a incorporar a Marruecos justo después de Valencia, aunque exigiría matizar otras cosas. Verán también ese dato de Marruecos abajo, en el primer cuadro; importante en la medida en que Marruecos mantiene una relación privilegiada con la UE que repercute en las previsiones de desempeño de las economías y mercados ibéricos y, de forma sustancial en ciertas industrias y sectores.
Volviendo al asunto de estas líneas, entiendo que sabrán advertir quienes no perciben necesidad de meter a Portugal en el análisis ibérico conjuntado que, como ya he apuntado, en España el mercado no está unificado internamente, sino al contrario y que el desagregado en 17+2 mercados internos no conduce a abonar esta idea de la unidad, sino la opuesta. El casi único elemento unificador de los mercados regionales en España viene dado por (i) el sustrato en el uso de un mismo idioma (con, al menos, tres excepciones periféricas que se contemplan sin demasiada estridencia -los empresarios sabrán por qué lo prefieren, dado el poco impulso que hacen de esa necesidad de unificación- y donde mi personal opinión ahora no viene al caso) y (ii) la superestructura de la pertenencia a la Unión Europea, por limitarnos a lo más obvio. Por lo tanto, analizar en su adecuado nivel (mercados ibericos) el desempeño de Portugal sí que resulta relevante al tomar decisiones de inversión y presencia. Añadir que el idioma portugués es la novena lengua más hablada del mundo no es ocioso recordarlo. Una palanca de potencia nada desdeñable, por así decirlo. En suma, considerar el todo del conjunto de mercados peninsulares no puede dejar de lado Portugal.
Un cierto cambio de Perspectiva
Así pues, y por ceñirme al tamaño de las economías más destacadas dentro de este conjunto de mercados ibéricos (aquellas con un PIB absoluto mayor de 100.000 M€ anuales), los resultados calculados sobre ese dato de PIB para el periodo anual 2022, ofrece la siguiente imagen en una aproximación muy preliminar del tamaño relativo de cada uno y por el que empezar a fijar posiciones (fuente: datosmacro/expansión, año 2022):

Respecto del año 2023, la fuente utilizada sólo incorpora, de momento, datos de Portugal, que serían: Población 10,6 M Hab., con un PIB de 267.384 M€ que ha variado un +2,5% anual. A falta de conocer qué ha pasado en el 2023 en España, la cosa está así. [Y, por no dejar de mencionarlo, el Reino de Marruecos en el 2023 ofreció un PIB absoluto de 130.493 M€, que supuso una variación del +3,2%, aunque no se da la cifra de la población del año último.] Habrá que esperar actualizaciones.
Nota:
No se han utilizado otras fuentes conocidas para mantener la unidad de criterio de todos los datos aquí publicados.
Capacidad de Compra en la Demanda
Una aproximación más precisa a estos mercados ibéricos, no recaería ya en el tamaño absoluto de tales, sino en el margen de acción de cada actor en el lado de la demanda. Lo que nos llevaría a considerar en más detalle el PIB per cápita. No es muy preciso en punto al pronóstico sobre la capacidad de absorción de productos y servicios, pero filtra para poder fijar prioridades de inversión y para identificar el perfil del tipo de productos y servicios idoneos a dicha potencia de demanda. Recordemos que si bien el PIB es un indicador objetivamente malo sobre la capacidad de compra, al menos correlaciona de alguna manera la producción de bienes y servicios finales de una economía con el intercambio de dinero fiat generado por dicha producción de bienes y servicios, asignando cierta riqueza acumulada en las manos del residente de forma probabilística y homogenea, sin discriminar. Se atribuye a cada residente, así, cierta capacidad de compra al repartir entre ellos todos los consumos teóricos disponibles. Es un error, pero consideremos que sea admisible para hacer pronósticos muy gruesos.
Repitiendo el esquema anterior: mercados ibéricos de un tamaño superior a los 100.000 M€ que ofrezcan un PIB per cápita interesante a la hora de considerar cierta magnitud en el poder de compra individual, darían como resultado esta otra segunda imagen, aunque de nuevo circunscrita al año 2022 y sin tener en cuenta qué capacidad neta de compra por residente que disfruten éstos después de reducir el dato con la estimación de costes fiscales personales sobre el nominal del PIB per capital.
En este segundo caso me parece oportuno aportar también la información de otras economías regionales que no aparecían en la tabla anterior: aquellas por debajo de los 100.000 M€ de PIB absoluto anual, que deben de considerarse mercados de tamaño reducido, pero relativamente importantes respecto de su propia indicción de riqueza personal y alguna correlativa capacidad de compra por persona. Ahora bien, también se han limitado; así, no aparecen aquellas economías regionales españolas cuyo ratio de PIB por cabeza sea inferior al ratio de Portugal. Aunque conservando el dato de Andalucía, por tener un tamaño absoluto de mercado por volumen de PIB relevante para el conjunto.
Hay que destacar en esta segunda tabla la aparición absolutamente triunfal del PIB por cabeza de los residentes en Andorra frente al resto de mercados regionales ibéricos; y se puede observar que Portugal pasa de ser tercer mercado regional ibérico por tamaño absoluto, al puesto número decimo segundo, indiciariamente un mercado potencial por la capacidad de la riqueza personal sobre la producción final. Pierde posiciones, aunque podría seguir considerándose más profundo que los de los ocho regionales que aparecen incorporados con un mayor volumen de riqueza producida por cabeza. Naturalmente, no todos los productos y servicios de cada economía regional se consumen internamente, por lo que habría que depurar los datos de riqueza distribuida por cabeza con los productos y servicios que salen de sus mercados hacia el exterior; pero ese filtrado no lo verán en este post. (fuente: datosmacro/expansión, año 2022):

Notas:
(*) En cursiva, las economías ibéricas con mayor PIB per cápita, pero que por tamaño absoluto del mercado quedaban fuera del filtro anterior. El mercado de demanda demuestra cierta capacidad de compra, pero de tamaño reducido; es decir, es poco profundo en comparación con el resto. A efectos prácticos, no se han incluido las economías regionales que se sitúan por debajo del PIB per capita de Portugal. Se mantiene Andalucía por su PIB absoluto.
(**) No hay aún datos actualizados a 2023 de PIB absoluto, ni de la población provenientes de la fuente que se ha utilizado a la fecha de esta publicación. Salvo en los casos de Andorra, Portugal y Marruecos, que sí se conocen.
(***) Se sigue aportando información de Marruecos para poner en el contexto más general de los mercados ibéricos: tiene escasa capacidad de compra pero potencial profundidad de mercado en productos y servicios que cubran dicha escasa capacidad. Podría parecerse a los mercados internos asiáticos que estaban centrados en la exportación hasta hace pocos años en que bastantes de los mercados asiáticos han generado una mayor clase media y mayor consumo
He encontrado otras interesantes derivadas entrando en análisis que resultan del PIB absoluto, como son algunas hipótesis: (i) resultado de detraer del PIB absoluto el gasto público, o la deuda, en relación con la capacidad de compra de la demanda agregada; o (ii) conjeturar sobre las posibilidades de aproximar la exención de la fiscalidad personal al PIB per capita neto disponible por ello para ahorro y consumo particular. Todo lo cuál conduce a herramientas sobre cómo afrontar asuntos relacionados con alcanzar acuerdos de colaboración entre actores en el mercado, inversiones y participación en proyectos; pero esos son temas que exceden el objetivo de este post. Simplemente, lo importante es advertir que hay más campo de juego si se sabe mirar dónde, hacer cómo y contar con qué.

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