top of page

Profesionales atrapados entre lo Techy y lo Justo (3)

Actualizado: 18 feb

Reflexiones sobre las culturas jurídicas, el futuro del derecho y la práctica jurídica en un mundo globalizado


Tercera parte : La justicia no puede prosperar únicamente gracias a las técnicas, pero tampoco puede perdurar sin ellas.


El concepto de técnico del derecho en el contexto de estas reflexiones evoca a un profesional cuya función se enfoca en el dominio técnico y procedimental de las leyes y normativas , pero que podría estar desconectado de la dimensión más humana, estratégica y filosófica del derecho. En un entorno saturado de legislación y con instituciones sobrecargadas por la burocracia, este perfil tiende a emerger como un engranaje funcional dentro de un sistema más amplio pero, al mismo tiempo, limitado en su capacidad transformadora.


A continuación, cabría hacer varias preguntas en relación con éste perfil profesional. La primera de todas, la relativa a si es posible enumerar ciertas características que lo singularicen.


Características del Técnico del Derecho

Un técnico del derecho podría definirse por las siguientes cuatro cualidades:


  1. Tiene Dominio Normativo y Procesal

El técnico del derecho es, ante todo, un experto en normativas, códigos y procedimientos. Su habilidad principal radica en conocer y manejar con destreza el aparato normativo vigente, asegurando que cada acción o decisión esté respaldada por un marco legal preciso. Su pericia le permite navegar con soltura entre disposiciones complejas, interpretar regulaciones y ejecutar procedimientos con rigurosidad formal. Este conocimiento detallado es, sin duda, un valor innegable, pero a menudo conlleva un riesgo: la conversión del derecho en un fin en sí mismo, en lugar de un medio para alcanzar soluciones justas y funcionales.


  1. Despliega un Enfoque Funcionalista

Para el técnico del derecho, la aplicación de normas y procesos es una tarea principalmente instrumental. Su objetivo es garantizar que todo se haga " como debe hacerse ", conforme a los dictados de la ley, sin detenerse necesariamente en las razones subyacentes de las normas o en sus consecuencias en el mundo real. Este enfoque funcionalista puede ser eficaz para la operatividad del sistema, pero también puede generar rigidez que impidan el desarrollo de soluciones creativas o ajustadas a contextos específicos. En este sentido, el técnico del derecho puede perder de vista el papel del derecho como un mecanismo para generar equilibrios y consensos dentro de la sociedad.


  1. Tiene Dependencia del Formalismo jurídico.

Una de las tendencias más marcadas del técnico del derecho es su inclinación hacia el formalismo jurídico. Su visión se orienta a la observancia estricta de los requisitos legales, en ocasiones con independencia de la equidad material o el sentido práctico de las soluciones que ofrece. Para este perfil, la validez de un acto jurídico no radica tanto en su justicia o eficacia, sino en el cumplimiento exacto de los procedimientos estipulados. Si bien esta actitud garantiza certeza y seguridad jurídica, también puede dar lugar a una aplicación rígida del derecho que deja poco espacio para la adaptabilidad a circunstancias excepcionales o a las necesidades particulares de quienes buscan asistencia legal.


  1. Evidencia la Despersonalización del Derecho

El énfasis en el cumplimiento normativo y el rigor procesal puede llevar al técnico del derecho a abordar los problemas legales de manera impersonal y mecánica. En su afán por asegurar la corrección formal de sus, puede distanciarse de la dimensión humana del derecho, aquella que atiende a los intereses, emociones y realidades específicas de las personas involucradas en un conflicto o transacción. Esta tendencia a la despersonalización refuerza una visión burocrática del derecho, donde las personas se convierten en expedientes y los problemas jurídicos en simples cuestiones de trámite.


Todas las carácterísticas obedecen a causas, las del técnico del derecho bien podrían ser las siguientes:


Causas de la "tecnificación" del derecho en un entorno administrativizado

Puede que haya otras, pero sólo indico tres:


- Exceso de legislación:

La proliferación de leyes y regulaciones, muchas veces contradictorias o redundantes, lleva al derecho a convertirse en una maraña técnica que requiere especialistas para navegar en ella.

- Burocratización de la justicia:

La administrativización de las instituciones judiciales, con énfasis en procedimientos y plazos, puede transformar la justicia en un ejercicio mecánico de cumplimiento normativo más que en la búsqueda de soluciones justas.

- Distancia entre el derecho y la sociedad:

En lugar de ser una herramienta para resolver conflictos o mejorar la vida en comunidad, el derecho se percibe como un sistema autónomo que responde más a sus propios procesos internos que a las necesidades de las personas.


El conjunto de causas que condicionan el entorno donde el técnico legal se desempeña y con los que la persona y el entorno se influyen mutuamente genera riesgos que también respaldan el escenario autoperpetuándose.


Riesgos del predominio del 'Técnico del Derecho'

De nuevo, puede haber otros, pero sólo indico tres:


- Reducción del papel del abogado:

El profesional del derecho podría quedar relegado a un mero gestor de procedimientos y requisitos legales, perdiendo su capacidad para influir estratégicamente en las decisiones o promover cambios estructurales.

- Justicia formalista y vacía:

La insistencia en el cumplimiento técnico puede conducir a decisiones que, aunque legalmente correctas, son percibidas como injustas o desconectadas de la realidad social.

- Estancamiento y falta de innovación:

Un enfoque técnico limita la creatividad jurídica y la capacidad de proponer soluciones innovadoras o adaptadas a contextos cambiantes.


Cuando hay una sobredimension en los niveles de riesgo observados y la acumulación de desacuerdos entre la sociedad y su sistema de justicia, todo ello indica la desconexión entre las instituciones, los propósitos que las alentaron y las consecuencias que se alcanzan; y comienzan a ser percibidas como insalubres. Ahí es cuando tiene que sugerirse un cambio en el régimen de rendimiento. Y anímar a los responsables a aplicar aquellos antídotos que pueden redirigir el estado de las cosas. Soy escéptico acerca de obtener este resultado a corto plazo, incluso corrigiendo al menos las distorsiones más aparentes sobre los objetivos cuando las desviaciones resultan ser ya superestructurales. Sin embargo, a continuación indico mis ideas sobre este particular.


Antídotos: Abogar por ir más allá de la Técnica

Cuatro palancas podrían servir a las metas y objetivos:


- Recuperar el propósito del derecho:

Los abogados y jueces deben recordar que el derecho no es un fin en sí mismo, sino una herramienta para lograr justicia, equidad y paz social. Esto requiere equilibrar el formalismo con una visión humanista y estratégica.

- Fomentar el pensamiento crítico:

Un abogado que se limita a aplicar normas no cuestiona las incoherencias o injusticias del sistema. La formación jurídica debe incluir filosofía del derecho, ética y sociología, para desarrollar una visión más amplia de su papel en la sociedad.

- Incorporar habilidades interdisciplinarias:

Un "técnico del derecho" debería transformarse en una "estratega del derecho", que combine conocimientos legales con economía, finanzas, tecnología y ciencias sociales para entender y abordar los problemas de manera integral.

- Promover la simplificación normativa:

Abogar por marcos legales más claros y accesibles que permiten que el derecho sea entendido y utilizado por todos, no solo por especialistas en tecnicismos.


Como resultado del cabría entender que se mantuviera cierta armonía entre la tecnología y la justicia en su sentido más amplio.


Reflexión final: ¿Qué papel debe jugar el Técnico del Derecho?

Un "técnico del derecho" es esencial para garantizar el correcto funcionamiento de un sistema legal complejo, pero no puede ser el único modelo de abogado. Si bien su precisión y rigor son valiosos, el derecho pierde su esencia cuando se reduce exclusivamente a un ejercicio técnico.


En un entorno donde la saturación legislativa y la burocracia son la norma, el desafío está en trascender la técnica y recuperar el papel del abogado como mediador entre las normas y las necesidades humanas, equilibrando precisión técnica con visión estratégica y sentido de justicia. El técnico debe ser parte del equipo, pero no puede liderar la transformación de un sistema que exige adaptarse a un mundo en constante cambio.


Mi idea sobre el tema es la siguiente: porque la sociedad gobierna la ley a través de principios de conveniencia mutuos y comunes, ni el estado de derecho es simplemente un conjunto de declaraciones dictadas desde la nada previa, ni la justicia es simplemente un ejecutor ciego de dictados que provienen de esa misma nada.


 
 
Técnicos del Derecho vs Abogados: más cerca y más allá del sentido de Justicia
Técnicos del Derecho vs Abogados: más cerca y más allá del sentido de Justicia



Comments


bottom of page